Por un año sin corruptos en escaños y decentes en la cárcel.

Por un año más en primera fila de la historia.

Por un año de urnas que rompan grilletes.

Por un año más de victorias de eternos perdedores.

Por un año más de legados y ejemplos.

Por un año de recordar Estremera desde plaça Sant Jaume.

Por un año de peleas perdidas de antemano.

Por un año más de vencer a un miedo que no quieres para tus hijos.

Por un año de heridas que serán cicatrices.

Por un año que sea un lustro.

Por un año en el que no sea tan difícil decir la verdad.

Por un año más con Joan Tardà.

Por un año de querer mejor lo que más quieres.

Por un año de no olvidar que eres uno más, quizá peor que los demás.

Por un año de esperar lo mejor y preparar lo peor.

Por un año de decir todo lo que se tiene en el pecho.

Por un año de abrazos que el orgullo te niega.

Por un año más de recordar las veces que te dijeron que no podías.

Por un año de enorgullecer a los más y cabrear a los menos.

Por un año de menos sombras y más destellos.

Por un año en el que los demás importen más que uno mismo.

Por un buen año.

Feliz 2018

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